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Hubo
que esperar de febrero a Junio, pero por fin llegó el día tan anhelado,
ese día esperado tantas veces en el que hacer realidad un sueño
largamente codiciado. El día de la presentación del libro “La escritora y
el enterrador y otros relatos” en Madrid. En esa entrañable y feminista librería Mujeres&Compañía, acompañada por la librera Ana Domínguez Loschi. Contando con la intervención de la periodista, poeta y escritora Esther Peñas Domingo
que hizo una excelente valoración del libro. Con deciros que a medida
que iba comentando su opinión sobre el libro, hacia que yo me preguntara
una y otra vez, ¿es de mi libro del que habla? Con toda honestidad os
digo que me sorprendió tan buena crítica.
Y aún retumban en mi mente las
emotivas y cariñosas palabras de mi querida amiga Chelo, que nunca, nunca podré olvidar. Así como la lectura de Mascab, que nos fue presentando los personajes de los distintos relatos del libro, y, para postre, el magistral aporte que hizo Paco enlazando historias con fragmentos de los catorce relatos del libro.
Fue un
día especial en toda regla, por todo lo vivido, por todo lo compartido.
Un día ideado, organizado con toda meticulosidad y detalle por Chelo.
Ella es la verdadera protagonista de toda esta historia. Desde el primer
momento, Chelo se propuso llevar mi libro a Madrid, y para conseguirlo,
no dudó ni un momento en tocar todas las puertas que creyó necesarias
para hacer realidad ese deseo. Contó con la ayuda incalculable de
Mascab. Entre las dos y en pro de la amistad, han organizado uno de los
días más felices de mi vida.
La
librería estaba llena de amigos y familiares. Casi cincuenta personas
que hicieron la alegría de la librera Ana Domínguez y la mía en
particular. Amigos que vinieron de todas partes. Como por ejemplo, Paco y Pepita desde Sevilla, Felipe y Pili desde Tudela, Navarra. Poder abrazar realmente a Blanca, Zamarat, Paloma Vivancos, Ester, Rafaela, Isa, Angeles, Ake,
y a todas las amigas de Mascab, espero no olvidarme de nadie. El día
fue propicio hasta para reencontrarme con una prima carnal Rocio que hacia como 20 años que no veía.
Todas
aquellas personas que por una razón u otra no pudieron asistir,
estuvieron presentes en los corazones de todos y en el mio en particular.
Como el precioso ramo de rosas rojas que me enviaron desde Barcelona Esther y Leonor,
acompañado de una emotiva y cariñosa tarjetita. La excelente cena
compartida con treinta personas como lo demuestran las fotos que aquí
adjunto, para que quede constancia, del cariño, la amistad que nos unió a
todos y que nos embargó por la felicidad de compartir tan gratos
momentos.
Yo
estoy que no quepo en mí de la emoción. Rememorando todavía todo lo
vivido. Embotellando todo esto que siento sobre lo hermoso que es cada
aliento de vida. Guardando tantas emociones, imágenes, abrazos, amistad y
cariño. En una palabra, atesorando sonrisas del ayer, viviendo para
hoy, con la secreta esperanza de ser capaz de seguir escribiendo con
ilusión para volver a compartir con vosotros momentos de alegría.
Gracias
a todos por ofrecerme lo mejor de vosotros. Nunca podré olvidar los
momentos tan felices que me habéis hecho vivir y que perdurarán por
siempre.
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